Mi hija amada...

 

De un peculiar silencio, escapó tu sonrisa
y se asomó como una alondra platinada
a la ventana de mis ojos hechizados,
de mirar tu carita de durazno
y tus ojos de bondad y sueños...
aquí, entre el amor que canta
y que brota en las entrañas
Hija mía de mi alma que yo amo!

Eileen

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